
>> Ricardo Zúñiga, conocido por sus amistades como; “Richi” o “Tamara”, fue brutalmente asaltado y asesinado tras retirar dinero de un cajero automático en el interior del Hospital General de San Pedro Pochutla, donde prestó sus servicios como enfermero durante varios años.
Enlace de la Costa.
San pedro Pochutla, Oax.
16 de diciembre de 2024.
El trágico incidente ocurrió el pasado viernes 13 de diciembre frente a la unidad deportiva de esta población. Ricardo, originario de la Villa de San Blas Atempa, fue apuñalado por uno o más agresores y, debido a la gravedad de las heridas, perdió la vida minutos después del ataque.
De acuerdo con información extraoficial, esa noche, “Tamara” venía de la población de Santos Reyes Nopala, donde se desempeñaba como enfermero en un hospital de esa comunidad. Al llegar a San Pedro Pochutla, pasó al hospital de esta ciudad, donde también prestaba sus servicios los fines de semana, para saludar a sus compañeros y aprovechó para retirar dinero de un cajero automático ubicado en la institución.
Minutos después de las 9 de la noche, “Tamara” salió del hospital con dirección a su domicilio; sin embargo, a unos 100 metros de allí, en un lugar solitario frente a la Unidad Deportiva, fue interceptado por uno o más sujetos que lo asaltaron. Se presume que pudo haber forcejeado con sus agresores, lo que originó que lo hirieran de gravedad con un arma punzocortante en el cuello.
Tras la muerte de “Tamara”, trascendió que elementos policiacos lograron la detención de dos personas a quienes, supuestamente, les encontraron una mochila que le pertenecía a la víctima. Hasta el momento se desconoce la situación jurídica de los detenidos.
Mientras tanto, las investigaciones periciales y judiciales por el artero homicidio están en mano de las autoridades correspondientes, quienes abrieron un legajo de investigación para esclarecer la muerte y dar con el paradero de los culpables
Asimismo, colegas y familiares de “Tamara”, han expresado su conmoción y tristeza ante el fallecimiento de quien era conocido por su dedicación y calidez humana. “Tamara” se había ganado el aprecio de la comunidad gracias a su desempeño profesional y su carácter amable. Con el fin de mostrar su solidaridad hacia su colega, llevaron a cabo una marcha para exigir justicia.
Tras asesinato, el día de su funeral, a un lado del féretro, su hermano exigió justicia y lanzó un mensaje directo a la autoridad municipal de Pochutla y autoridades competentes: “exigimos justicia lo más pronto posible, y si no la hay, la hará el pueblo”.