La educación ha sido uno de los grandes temas en los últimos años, la complejidad del problema es más que evidente, y más aun refiriéndonos a la educación otorgada en zonas indígenas. Uno de los últimos informes presentados por el Coneval, “Diagnostico de derecho a la educación 2018” muestra una parte de esta realidad.
Luis Gallegos
Las deficiencias encontradas dentro de la educación indígena, construyen un círculo vicioso, en donde, la educación con mayores deficiencias es dada a los sectores de la población que más la necesita y la educación más completa e integral, se proporciona a sectores que cuentan con ya de por si ventajas sociales marcadas.
El propio proceso de aprendizaje no cuenta con condiciones adecuadas, ya que en México se cuenta con más del 44% de las escuelas de tipo multigrado, es decir, que en un solo salón de clases asisten niños de diferentes edades y en diferentes niveles de aprendizaje, situación que dificulta la labor docente.
La infraestructura, es otra de las principales deficiencias encontradas en comunidades indígenas ya que el 41% de las escuelas carece de acceso al servicio de agua potable y un 78% no cuenta con drenaje, es decir, casi 8 de cada 10 escuelas no cuenta con este último servicio.
Estos problemas encontrados en escuelas localizadas en municipios indígenas, se ven maximizados en un contexto adverso, ya que la mayoría de estos municipios se encuentra con un rezago alto o muy alto, así como con altos niveles de pobreza.
Un estudio realizado por el Colegio de México “Los límites de la escuela. Educación, desigualdad y aprendizajes en México”, muestra como el proceso de aprendizaje de un alumno se ve determinado en un 15% por el docente y un 85% por la condición socioeconómica en la que este vive.
La situación de pobreza, en que muchas veces se encuentran las familias de las comunidades, la precariedad que prevalece, en donde, simplemente no pueden adquirir material escolar para los niños y las niñas, en donde, muchos de ellos llegan a las escuelas sin comer, sin dinero, en una condición que parece imposible de superar.
Lo anterior forma parte de un diagnostico complejo y adverso de la situación que viven los diferentes municipios o comunidades indígenas en el país. En donde se suman las precariedades en términos de infraestructura con la condición en la que viven sus habitantes, generando un panorama complicado para el desarrollo.
Esta desigualdad puede verse en la población analfabeta existente, es decir, aquella que no puede ni leer ni escribir, ya que un 21% de la población indígena se encuentra en esta categoría, mientras que en la población no indígena tan solo el 4% es analfabeta.
La desigualdad económica, se ha venido expandiendo a otros sectores, en este caso en una especie de desigualdad educativa, en donde, un sector de la población se ha encontrado históricamente rezagado, en materia, social, económica, educativa. Observando la carencia de acciones y políticas públicas en la materia que puedan ayudar a superar esta condición en la que se encuentra la población indígena del país. @LuisGallegosMx