Opinión-Luis Gallegos-viernes 31 de enero-2020- Uno de los más recientes informes presentados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, muestra algunas de las principales carencias existentes en la educación ofrecida en zonas indígenas del Estado de Oaxaca. En la educación básica indígena del Estado se cuenta con un aproximado de 200 mil estudiantes, que son atendidos por 10 mil trabajadores en 4 mil escuelas.
En el documento de “Diagnostico de derecho a la educación 2018” realizado por el propio Coneval, señala algunas de las principales carencias educativas existentes en zonas indígenas del Estado, en donde no se ha logrado obtener los resultados esperados de acuerdo a las necesidades de las comunidades indígenas.
Las deficiencias encontradas en estas zonas del Estado, son traducidas en el futuro como desventajas, y que forman parte de un círculo vicioso, en donde se le da la peor educación a los sectores que mayormente la necesitan y la mejor educación a sectores con ya ventajas importantes, abriendo aún más la brecha de desigualdad.
Las limitaciones y exclusión que sufren los diferentes actores que participan en el proceso educativo dentro de las comunidades indígenas son más que evidentes. La infraestructura de las escuelas de nivel básico, muchas de las veces no son capaces de cubrir las necesidades mínimas para que esta pueda operar, con aulas descuidadas, sin sanitarios, sin agua potable, o sin luz eléctrica.
Los profesores que tienen la labor del aprendizaje de las niñas y niños indígenas del Estado, se encuentran en las comunidades con un alto grado de marginación, de población en situación de pobreza, que termina afectando el proceso educativo.
Las escuelas multigrado, son otro de los temas principales, en el proceso del aprendizaje, tan solo a nivel nacional el 44% de las escuelas se encuentra bajo este registro, es decir, escuelas de una sola aula, en donde están niñas y niños de primero a sexto de primaria, que representa un reto importante para el profesor.
La situación parece continuar con una tendencia no tan favorable para las escuelas en zonas indígenas del Estado, las cuales concentran problemas en dos grandes dimensiones, la primera en la parte socioeconómica, con comunidades con un alto porcentaje de su población en pobreza y marginación, que termina impactando el aprendizaje de los niños, que van sin comer a las escuelas o que no pueden costear los materiales requeridos para las actividades educativas.
La necesidad de generar mejores condiciones para el aprendizaje en comunidades indígenas debería ser uno de los temas prioritarios a atender por parte del IEEPO, y en general por el gobierno estatal, ya que se debe ser capaz de diseñar una política educativa integral, y no solo centrada en la parte pedagógica para buscarresolver algunos de los problemas educativos como se piensa la mayor parte de las veces.