>> No se contabilizaban los votos para la reforma eléctrica cuando me vino a la mente el discurso de Adolfo López Mateos. El entonces presidente de México hablaba de traición, de traición y de traición.
Genaro Gómez Simmons Al pueblo de México.
No se contabilizaban los votos para la reforma eléctrica cuando me vino a la mente el discurso de do Adolfo López Mateos. El entonces presidente de México hablaba de traición, de traición y de traición.
¿Pero de traición hacia quién? Y me parecía en ese momento, como me parece ahora, que la traición no es hacia Andrés Manuel López Obrador, ni hacia Morena, ni siquiera hacia la Cuarta Transformación. Es una traición directa al pueblo de México, a todos los mexicanos.
López Mateos decía: “Para que el pueblo de México sea el único dueño de la energía que se produce, hemos adquirido la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz y sus filiales. Les devuelvo la energía eléctrica que es propiedad exclusiva de la Nación”. La CFE, heredera de ese compromiso, le pertenece al pueblo de México.
A los políticos superficiales y malintencionados les gusta elucubrar: No, señores. Rechazando la propuesta de ley de energía eléctrica fue el pueblo de México el que perdió la oportunidad de reconstruir la soberanía nacional. Me da una mezcla de tristeza y de coraje el ver que muchos partidos piensan que el pueblo es tonto, que no sabe, que el pueblo tiene un nivel intelectual que le impide razonar en política, pero se equivocan.
Hay que conocer un poco de historia para encontrar ejemplos de cómo la conciencia histórica del pueblo se expresa en momentos cruciales del desarrollo de un país, y mucho me temo que los ignorantes son ellos.
El pueblo es sabio y siente y sabe cuándo le hacen algo, cuando juegan con sus más elementales intereses, materiales y democráticos, como los que acabamos de vivir.
El mismo pueblo va a poner orden y se va a expresar en las próximas elecciones, el PRI acaba de cavar su tumba, detrás del PRD que casi ya no existe. Del PAN ni hablemos, siempre ha estado contra el pueblo, y seguirán contra el pueblo.
Una diputada del PRI de cuyo nombre no quiero acordarme salió a burlarse de quienes fuera de San Lázaro apoyaban con su presencia a la reforma. El método de la burla es un método propio de los cobardes.
El PRI no debería tomar a la ligera la fuerza del pueblo. Debería aprender de su propia historia. ¡VIVA EL PUEBLO DE MÉXICO!