Luis Gallegos
En estos días el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera ha presentado ante la Cámara de Diputados la propuesta del paquete económico para el 2020. Lo anterior ha puesto a debate los temas presupuestales ahí presentados, desde la reducción al programa de “Jóvenes construyendo el Futuro”, al presupuesto propuesto para la conformación de la Guardia Nacional.
Una de las características con las que cuenta el presupuesto del país, es lo rígido que suele ser este, en donde aproximadamente un 60% se va destinado a temas relacionados con la seguridad social, concretamente con las pensiones. Entre el IMSS, ISSSTE, CFE el presupuesto está a un 82%, según el propio Secretario de Hacienda.
El margen de modificación dentro del presupuesto de egresos de la federación es entonces de un 18%, es decir, es donde se observan las principales modificaciones hechas por la Secretaría.
El paquete económico 2019, fue quizás el que necesito un proceso de reingeniería en cuanto al gasto se refiere de forma más marcada. Este nuevo proyecto de presupuesto toma en buena medida lo realizado anteriormente, sin embargo hace modificaciones en cuanto al apoyo a PEMEX se refiere.
Uno de las promesas para la elaboración del presupuesto, es el 1% de superávit primario, es decir, que no se gaste más de lo que se tiene, propuesta que fue cumplida que parece sencilla pero tiene un gran costo.
Uno de los temas de importancia para el gobierno federal, es la parte de la recaudación del SAT, en donde, si bien no se contemplan nuevos impuestos, salvo el tema referente a las plataformas digitales, que deberán retener el ISR, de sus trabajadores.
Entre las nuevas propuestas se encuentran justamente una nueva estrategia que permita llevar el proceso de recaudación de una forma más eficaz. La importancia de la recaudación se encuentra justamente con el tema presupuesta para la obtención de los ingresos necesarios para efectuar el gasto público sin la necesidad de generar nuevos impuestos.
Uno de los pendientes en cuanto el tema fiscal se refiere quizás de la mayor parte de los gobiernos de izquierda de América Latina, es la falta de una reforma fiscal que permita marcar el rumbo de un gobierno progresista.
El presidente de la república no ha manifestado intenciones claras de hacer dicha reforma, sin embargo en las últimas semanas el propio Secretario de Hacienda habla de esa posibilidad para la mitad del sexenio, que será uno de los grandes temas a seguir en esta administración, por la necesidad de la misma.(enlacedelacosta.com.mx)