Luis Gallegos
La semana pasada se cumplió el segundo aniversario del sismo de 8.2 grados, que afecto de forma importante al Istmo de Tehuantepec. La infraestructura educativa se encontró entre la más dañada en la región, principalmente por la antigüedad de las instalaciones.
En los sismos de septiembre de 2017 en el estado resultaron dañadas aproximadamente unas 5 mil escuelas de educación básica, según el Congreso del Estado, de las cuales han sido 80 planteles los entregados al momento, con un 1.6% de avance del total.
El proceso de reconstrucción de las instituciones está a cargo de la Comisión Especial de reconstrucción del Congreso del Estado. La anterior señala que en estos momentos solo se atienden 400 planteles.
Se anunció por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, que el proceso de reconstrucción se reanudaría el 9 de septiembre. Se estima que son 10 mil alumnos los afectados, quienes deben tomar clases en espacios alternos.
En la región del Istmo se han presentado bloqueos en protesta al lento avance del proceso de reconstrucción, por parte del personal de las escuelas y de los padres de familia.
Dos años son los que han transcurrido y el avance en la construcción de los centros educativos en el Estado ha sido mínimo, los problemas son diversos, falta de pago a empresas constructoras, problemas o trabas administrativas.
Algunos de los problemas recaen en la anterior administración federal y seguramente con responsabilidad por parte de la misma administración estatal actual. Administración federal que ya en su lejano inicio en 2012, hacía una gran referencia a la “calidad educativa”, el ejemplo sobre la mesa.
Este proceso de reconstrucción de los centros de educación básica del Estado, es uno de los grandes retos de la nueva administración federal, a través de la SEDATU, así como de la misma administración estatal.
El ritmo de trabajo debe buscar aumentarse los niños y niñas del estado no pueden continuar tomando clases bajo una lona, o en aulas provisionales que en un estado como Oaxaca aumentan la temperatura de forma importante y hacen casi imposible tomar clases en su interior.
Lo que es un hecho, es que no se puede seguir con avances precarios de 40 escuelas por año, se deben buscar acuerdos con las empresas constructoras para agilizar el proceso de construcción, en Oaxaca, un estado con una gran necesidad de fortalecimiento del sector educativo y concretamente de su infraestructura.(enlacedelacosta.com.mx)