Luis Gallegos

Los últimos días se ha encontrado en el centro de la discusión nacional, el proceso de reforma a la constitución en materia educativa. Reforma que se encuentra recién aprobada por las comisiones de educación y de puntos constitucionales en la cámara de diputados.

Este proceso se ha visto marcado por una negociación entre los diferentes grupos parlamentarios, como cualquier reforma, o al menos eso se ha dejado ver, en el trabajo realizado en las comisiones. Una situación contrastante, con lo sucedido en 2012, en donde a través del “Pacto por México” y en solo diez días se aprobó la reforma educativa de aquel entonces.

La reforma educativa de 2012, se caracterizó por ser unilateral, prácticamente fue un acuerdo de unos cuantos actores como esta se vio aprobada. La nueva reforma educativa ha tratado de realizarse con un mayor nivel de participación de ahí la razón de la realización de los foros nacionales de consulta.

Se plantea ya no una evaluación de carácter punitiva, sino más bien al aspecto del derecho docente a la capacitación, uno de los puntos descuidados de la pasada reforma.

Los contrastes también se hacen presente, con la nueva reforma educativa, se elimina el Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE), que al margen de los cuestionamientos que pueden realizarse al Instituto, este logro en un corto periodo de tiempo, recopilar distintos datos importantes para conocer parte del estado de la educación en el país, número de alumnos, de profesores, de escuelas, infraestructura educativa, etc.

Como se pretenda implementar esta nueva reforma, es uno de los factores que influirá en el éxito de la misma, y del propio Esteban Moctezuma al frente de la Secretaría de Educación Pública. Los principales retos continúan, y la actual administración debe tener la capacidad de proponer soluciones a estos retos educativos.(enlacedelacosta.com.mx)