Luis Gallegos
Una de las grandes preguntas que ha surgió inmediatamente después de los resultados obtenidos el primero de julio del año pasado, en donde Morena gano la elección de manera más que contundente, casi aplastante, fue como se estructuraría una nueva oposición. La oposición tradicional dentro de un gobierno democrático, serían por naturaleza los partidos políticos contrarios de donde emana dicho gobierno.
Los partidos opositores en la actualidad se encuentran francamente disminuidos, no han sabido como construir una oposición real, que sea constructiva que funciones que sea útil para el sistema democrático. Se tiene una posición en los partidos políticos muy reactiva, es decir, solo reacciona a lo que el ejecutivo haga, pocas o ninguna propuesta contrastante emana de esta oposición.
El Partido Revolucionario Institucional, brilla por su ausencia, realmente no tiene cara para formar una oposición real, como perdió la pasada elección. El Partido Acción Nacional junto con Movimiento Ciudadano, quizás han sido lo que más han buscado formar esa oposición, situación que no han conseguido, ya que el primer partido tiene un alto nivel de descalificación y el segundo simplemente todavía no tiene esa capacidad.
La oposición francamente no puede encontrarse en estas instituciones políticas, si así fuera, el poder ejecutivo simplemente se estaría muriendo de la risa, de una oposición sin forma, cosa que hizo, los llamo “ternuritas”.
Si estas instituciones políticas están tan disminuidas, donde podría encontrarse una oposición real, en las últimas semanas, se han observado como ciertos sectores de la sociedad civil han funcionado de alguna forma como una especie de oposición en distintos temas. El primer tema en donde se vio una oposición activa por parte de la sociedad civil, es en las estancias infantiles, en donde, sectores de la sociedad, colocaron al ejecutivo realmente en un apuro, en el ojo del huracán.
Otra situación en la cual la sociedad civil se ha mostrado o ha asumido este rol de oposición, fue durante el proceso de la consulta de la termoeléctrica en Morelos, realizada por la Secretaría de Gobernación, en donde, un sector de la población defendía fuertemente su oposición al proyecto, cuestionando en gran medida el mismo proceso de consulta.
Van ya casi 100 días del actual gobierno, poco tiempo, pero poco a poco, se verá cómo se estructura una oposición o en su defecto, la inexistencia de la misma a lo largo del sexenio, eso es algo que estará por verse.(enlacedelacosta.com.mx)