Visión política.
¡Ya basta!
Por: Fernando Cruz López.
Los constantes paros escolares realizados por el magisterio oaxaqueño tienen graves consecuencias negativas que afectan a miles de estudiantes y a la sociedad en general, en los últimos tres días los maestros de la CNTE han causado tremendo caos vial en la capital del país, pues ahora han enfocado sus movilizaciones ahí, para presionar a la presidenta de México a que les resuelva todas sus peticiones, aunque muchas de ellas son descabelladas.
Actualmente, Oaxaca enfrenta un paro magisterial que afecta gravemente la educación de cientos de miles de estudiantes. Este paro, tiene graves consecuencias para los alumnos y padres de familia, pues son más de un millón de estudiantes afectados, hay once mil 500 escuelas cerradas en todo Oaxaca, las clases se han suspendido en los niveles preescolar, primaria y secundaria, pues los maestros están exigiendo la contratación de hijos de trabajadores jubilados del Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación (PAAE), es decir quieren heredarle las plazas a sus hijos, sin que estén preparados para el trabajo requerido.
Siguen exigiendo mejoras en infraestructura educativa y reconstrucción de escuelas afectadas por fenómenos naturales, exigen además que les entreguen uniformes y útiles escolares del ciclo 2024-2025, cuando esto ya se solucionó, pero no se lo dicen a las bases, como tampoco les dicen que precisamente son los maestros oaxaqueños los más beneficiados en todo el país, ya que todas sus peticiones han sido atendidas; sin embargo, en la ciudad de México los mentores de Oaxaca son los más belicosos y los que más problemas están ocasionando, en el mega plantón instalado en el zócalo de la ciudad de México.
Sin duda alguna que este paro tiene consecuencias graves para la educación de los niños oaxaqueños, pues están perdiendo días valiosos de aprendizaje, lo que puede dar como resultado un rezago académico, además de que los alumnos de escuelas públicas son los más afectados, ampliando la brecha educativa con aquellos que pueden acceder a educación privada.
Finalmente, debo recalcar que, aunque algunas de las demandas de los maestros pueden tener fundamento, el método de protesta elegido perjudica directamente a quienes deberían proteger: los estudiantes. Es urgente que cambien sus métodos de lucha y dejen de afectar a los miles de niños oaxaqueños, que a nivel nacional son los peor evaluados y los que más atrasados van.
