
> Tres pequeños pacientes del Hospital de la Niñez Oaxaqueña terminan su tratamiento de quimioterapia y entran en vigilancia post-tratamiento.
Enlace de la Costa
Oaxaca de Juárez, Oax.
Con lágrimas de alegría y sonrisas llenas de esperanza, tres niños y niñas del Hospital de la Niñez Oaxaqueña celebraron un hito en su lucha contra el cáncer al tocar la tradicional campana que simboliza el final de su tratamiento. Este 2025 marca un nuevo comienzo para ellos, quienes, tras años de batallar contra un Goliat microscópico, comienzan una etapa de vigilancia y supervivencia.
A las 13:00 horas del 14 de febrero, en el área de Oncología del hospital, se escucharon aplausos y vítores, mientras Yareth, Keila, Christian y Danna daban el emotivo paso hacia la esperanza. El toque de campana no solo significa el fin del tratamiento, sino también la transición hacia un periodo de vigilancia de cinco años que, en caso de mantenerse sin reincidencia, los declara sobrevivientes de cáncer.
Un acto simbólico de esperanza
Según la hematóloga pediatra, Nuria Citlalli Luna Silva, el toque de campana tiene un profundo significado: “Es una conmemoración que tiene sus orígenes en los marinos para celebrar y dar avisos. En el caso de los niños y niñas con cáncer, simboliza el final del tratamiento y el haber salido negativo en pruebas tras cinco años, lo que representa la superación del cáncer”.
Keila y su lucha contra la Histiocitosis
Thalía Gladys Luis, madre de Keila, recordó con emoción el largo camino recorrido junto a su hija, quien fue diagnosticada con Histiocitosis de Células de Langerhans (HCL) en 2023. A pesar de un pronóstico desalentador y múltiples recaídas, Keila logró superar su enfermedad tras recibir tres tratamientos distintos. El 3 de enero de 2025, un examen PET-CT confirmó que la niña ya no presentaba células cancerígenas.
Hoy, madre e hija celebran con gratitud el esfuerzo del personal médico, organizaciones de apoyo y, sobre todo, el coraje de Keila para enfrentar la enfermedad.
Danna, sobreviviente de leucemia
Danna Paola Castellanos Santiago, quien venció la Leucemia Linfoblástica Aguda de Células T Alto Riesgo, tocó la campana después de ocho años de tratamiento, tres de ellos de quimioterapia intensiva. Su madre, Alejandra Santiago, recordó cómo, después de un año de incertidumbre y diagnósticos erróneos, Danna fue finalmente diagnosticada en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña. A lo largo de su tratamiento, Danna, ahora sobreviviente, mostró un espíritu indomable, agradeciendo al personal médico y a sus compañeros de lucha.
En el marco del Día Internacional de Lucha contra el Cáncer Infantil, celebrado el 15 de febrero, el hospital rindió homenaje a los valientes niños y niñas que, como Yareth, Keila y Christian, han vencido el cáncer. Ellos ahora comienzan un periodo de vigilancia post-tratamiento, que los acompañará durante los próximos cinco años.
Fuente:
Hospital de la Niñez Oaxaqueña (HNO), Oaxaca.