
El Primer Lunes del Cerro culminó con una emotiva celebración de identidad y solidaridad entre los pueblos de Oaxaca
Enlace de la Costa
Con un espectáculo de luces, música y juegos pirotécnicos, concluyó la segunda emisión del Primer Lunes del Cerro, como parte de la Guelaguetza 2025, que reunió a más de 11 mil asistentes en una vibrante muestra de cultura, tradición y unidad en el Auditorio del Cerro del Fortín.
La representante de la Diosa Centéotl 2025, Patricia Casiano Zaragoza, encabezó la festividad junto al Gobernador Salomón Jara Cruz y la presidenta del Sistema DIF Oaxaca, Irma Bolaños Quijano. Esta celebración reafirmó a Oaxaca como el corazón cultural de México, en una jornada marcada por la diversidad étnica, la alegría comunitaria y el compromiso solidario con la Costa oaxaqueña, afectada recientemente por el huracán Erick.
Durante más de tres horas, delegaciones de las ocho regiones del estado, integradas por pueblos indígenas, afromexicanos y mestizos, compartieron sus danzas, sones, rituales y mayordomías. Cada presentación fue una ofrenda cultural que mostró el profundo arraigo de las comunidades con sus tradiciones.
La jornada inició con la entonación solemne del “Dios nunca muere”, himno no oficial de Oaxaca, seguido por la presentación de San Mateo Macuilxóchitl y su tradicional mayordomía. Luego, se sucedieron cuadros como los sones mazatecos de Huautla, el jarabe del Valle de Tlacolula, las danzas ikoots de San Francisco del Mar, la boda chatina de Nopala, y los sones mixes de Tlahuitoltepec, entre otros.
Al evento asistieron representantes diplomáticos de Noruega e India, así como funcionariado federal y estatal. Entre ellos, Leticia Ramírez Amaya, en representación de la Presidencia de la República, y Olivia Salomón Vibaldo, directora de la Lotería Nacional, destacaron la relevancia de esta celebración como símbolo de identidad nacional.
Este año, la Guelaguetza se convirtió también en un acto de solidaridad, ya que los fondos recaudados por la venta de boletos serán destinados a las comunidades costeras afectadas por el huracán Erick. Esta decisión fue respaldada por las 16 etnias y el pueblo afromexicano de Oaxaca, reforzando el espíritu de ayuda mutua que define esta festividad.
El entusiasmo fue creciendo con la presentación de delegaciones como Juxtlahuaca, Betaza, Tlaxiaco, Ixtaltepec, Zaachila con su Danza de la Pluma, y San Juan Bautista Tuxtepec con la siempre ovacionada Flor de Piña. El cierre estuvo a cargo de las Chinas Oaxaqueñas de Genoveva Medina, con el tradicional jarabe del Valle y una calenda dedicada a la Virgen de la Soledad.
Al finalizar, el cielo de la Verde Antequera se iluminó con fuegos artificiales, mientras miles de personas bailaban al ritmo de las bandas oaxaqueñas, acompañadas por las autoridades estatales en un ambiente de fiesta, orgullo y pertenencia.
Fuente: Gobierno del Estado de Oaxaca