
>> En la presentación del libro “Humanismo y cuarta transformación”, académicos cuestionan la estructura y aplicación del humanismo en México
Enlace de la costa
Ciudad de México.
Durante la primera presentación del libro Humanismo y cuarta transformación en la 46a Feria Internacional del Libro en Palacio de Minería, académicos y especialistas debatieron sobre el concepto del “humanismo mexicano” que ha sido central en el discurso de la cuarta transformación promovida por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador. En este evento, el Dr. John Ackerman, director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) de la UNAM, destacó la necesidad de someter este concepto a un estudio crítico, señalando que López Obrador ha utilizado el término más desde un enfoque pragmático que teórico.
“El humanismo mexicano debe ser examinado más allá de lo que se ha presentado, porque el ex presidente lo ha utilizado como un símbolo ideológico sin una base teórica sólida”, afirmó Ackerman. El académico subrayó que, si bien el concepto de humanismo ha sido históricamente asociado con filósofos como los griegos y romanos, su interpretación en el contexto actual está lejos de ser unívoca y necesita una reflexión profunda sobre su aplicación en la política pública.
El Dr. Jaime Cárdenas, jurista e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ-UNAM), quien también coordinó la obra colectiva, ofreció un recorrido histórico sobre los orígenes y evolución del humanismo, desde sus raíces en la Antigua Grecia hasta su desarrollo en la Ilustración y el siglo XX. Cárdenas explicó cómo el concepto de humanismo, especialmente en el marco de la cuarta transformación, aboga por la independencia del ser humano frente a diversos poderes, sean estos económicos, religiosos o políticos.
“El humanismo mexicano se ha traducido en políticas concretas, como la mejora del salario mínimo y la creación de programas sociales como derechos fundamentales”, señaló Cárdenas, aunque también subrayó que existen áreas de mejora, como la falta de una reforma fiscal progresiva que gravara más a los sectores más ricos del país.
Por su parte, la Dra. Pastora Melgar Manzanilla, profesora de la FES Acatlán y experta en derecho, aportó una visión crítica sobre la aplicación del concepto del “humanismo mexicano” en la cuarta transformación. Señaló que, en el libro colectivo, existen diversas perspectivas sobre este concepto. Algunos autores lo ven como una nueva base ideológica, mientras que otros advierten sobre los riesgos de su uso político, argumentando que el humanismo mexicano carece de una estructura definida.
“Cualquier modelo de gobierno que se considere humanista debe situar la dignidad humana en el centro de las decisiones. Este humanismo debe traducirse en políticas públicas concretas que beneficien realmente a la sociedad”, afirmó Melgar Manzanilla.
El Dr. Daniel Márquez Gómez, investigador del IIJ-UNAM, planteó una pregunta clave durante su intervención: “¿Cómo se construye una ideología y cuál es el papel de esa construcción en los procesos políticos?” Márquez argumentó que la cuarta transformación, aunque con intenciones humanistas, ha llegado al poder sin una ideología clara y bien definida, lo que complica la construcción de una teoría política coherente.
“El humanismo nos enfrenta a un dilema: la necesidad de acción debe estar respaldada por una reflexión profunda sobre hacia dónde debemos dirigir esa acción. En el caso de la cuarta transformación, se ha hecho más énfasis en los hechos que en las ideas”, señaló Márquez.
Finalmente, el Dr. John Ackerman también hizo un análisis de la retórica del ex presidente López Obrador. Según Ackerman, AMLO ha usado el concepto de humanismo como un ideario político que se aleja de cualquier definición teórica estricta. “El ex presidente nunca proporciona una definición teórica clara del humanismo, porque su enfoque está más orientado hacia los hechos que hacia las ideas abstractas”, afirmó.
Ackerman añadió que la importancia del humanismo en el discurso de López Obrador radica en su capacidad para nacionalizar tradiciones históricas, particularmente aquellas relacionadas con la dignidad humana, sin necesariamente alinearse con las posturas más radicales del movimiento humanista.
El debate sobre el “humanismo mexicano” continúa siendo un tema complejo, que abarca no solo la filosofía política, sino también las políticas públicas y la práctica gubernamental. En el contexto de la cuarta transformación, los académicos coinciden en la necesidad de una reflexión más profunda y crítica sobre cómo este concepto se ha implementado y sus efectos en la sociedad mexicana.
Fuente: PUEDJS UNAM, Feria Internacional del Libro en Palacio de Minería