
>>Fernando “El Chino” Ramírez, señalado como agresor, es hermano del diputado Guillermo Ramírez Gutiérrez; dos abogados resultaron heridos
Un nuevo episodio de violencia sacudió al sur de Chihuahua el pasado 28 de septiembre, cuando un ataque armado durante un velorio en una funeraria de esta ciudad dejó dos personas heridas y evidenció nuevamente el deterioro de la seguridad pública en la región.
El presunto agresor fue identificado como Fernando “El Chino” Ramírez, hermano del actual presidente del Congreso del Estado, el diputado Guillermo “Memo” Ramírez Gutiérrez (PRI). Según confirmó la Fiscalía General del Estado (FGE), Ramírez disparó con una pistola calibre .22 contra el ganadero Eloy Soto Payán, exfuncionario estatal durante el sexenio de César Duarte.
Aunque Soto Payán resultó ileso, dos abogados presentes —Héctor Villasana y Enrique Muñoz— intentaron intervenir y fueron gravemente heridos. Villasana recibió un disparo en el brazo derecho y Muñoz en una pierna. Ambos se encuentran hospitalizados y estables, aunque con riesgo de secuelas permanentes.
Tras huir de la escena, el agresor abandonó su vehículo y fue localizado horas después en la azotea de un negocio de flores en la colonia Las Fuentes, donde fue detenido sin resistencia por elementos de la Agencia Estatal de Investigación, Policía Municipal y FGE.
Ramírez fue puesto a disposición del Ministerio Público y enfrenta cargos por tentativa de homicidio y portación ilegal de arma de fuego. Las autoridades investigan el móvil del ataque, que según fuentes preliminares se relaciona con viejas rivalidades personales y profesionales.
La detención ha generado fuertes reacciones debido al vínculo directo con el presidente del Congreso local, lo que podría implicar tensiones institucionales o presiones sobre el sistema judicial.
“La legitimidad institucional está en juego. Este caso es una prueba de fuego para el sistema de justicia en Chihuahua”, declaró el analista político Javier Corral, exgobernador del estado.
Por su parte, la académica de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), Valeria Torres, señaló que lo ocurrido “es síntoma de una sociedad descompuesta, donde la violencia se normaliza incluso en rituales tan sagrados como un velorio”.
El ataque se da en un contexto de creciente violencia en Hidalgo del Parral, ciudad que acumula 32 homicidios dolosos en lo que va de 2025, un incremento del 15% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
La zona ha sido escenario de disputas entre grupos delictivos, particularmente entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel del Noreste, lo que ha incrementado la percepción de inseguridad en la región.
Organizaciones civiles, colectivos ciudadanos y actores políticos han exigido una investigación transparente, libre de favoritismos. “Este no puede ser otro caso donde el parentesco con el poder diluya la responsabilidad penal”, indicó la organización Justicia para Chihuahua.
El proceso legal de Fernando Ramírez, apuntan expertos, no solo determinará su destino judicial, sino también la credibilidad del sistema de justicia estatal y su capacidad para actuar frente a casos donde se cruzan violencia, poder político e impunidad.
Fuente:Agencia de Noticias ANSIC.MX | Afiliada al SINMCO
Redacción | ANSIC Investigaciones Especiales