
>> El Congreso peruano acusa a la presidenta mexicana de entrometerse en asuntos internos tras defender al exmandatario Pedro Castillo
La Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Perú aprobó este lunes una moción para declarar “persona non grata” a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, por presunta injerencia en los asuntos internos del país. La iniciativa, impulsada por el legislador Ernesto Bustamante (Fuerza Popular), recibió 12 votos a favor y 6 en contra, y aún debe ser ratificada por el Pleno del Parlamento.
La moción se origina en las declaraciones públicas de Sheinbaum en favor del expresidente peruano Pedro Castillo, a quien ha calificado como “preso injustamente” y “legítimo presidente del Perú”, desconociendo la administración de Dina Boluarte, que asumió el cargo tras la destitución de Castillo en diciembre de 2022. Según el Congreso peruano, estas expresiones constituyen un “acto de injerencia inaceptable”.
Desde 2023, las relaciones diplomáticas entre México y Perú han sido marcadas por tensiones constantes, incluyendo el retiro mutuo de embajadores y la reducción de relaciones a un mínimo institucional. La ausencia de Sheinbaum en la cumbre APEC 2024, celebrada en Lima, ya había sido leída como una señal del enfriamiento bilateral.
Con esta nueva moción, el Congreso peruano busca endurecer su postura frente a lo que considera una línea de política exterior “ideologizada” desde México. Claudia Sheinbaum ha mantenido la postura heredada de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, de otorgar asilo a la familia de Castillo y rechazar el proceso político que llevó a Boluarte al poder.
El Congreso peruano, con niveles de aprobación ciudadana inferiores al 10 % según encuestas recientes, atraviesa una crisis de legitimidad, agravada por las críticas internacionales a la gestión de la represión durante las protestas contra Boluarte. En ese contexto, la moción contra Sheinbaum también ha sido leída como una medida de consumo interno, más simbólica que efectiva en términos diplomáticos.
En redes sociales, las reacciones fueron inmediatas. Mientras en Perú varios usuarios celebraron la decisión como un “castigo a la izquierda metiche”, en México predominaron las burlas y la indiferencia. Algunos usuarios cuestionaron la relevancia del Congreso peruano en la política regional, mientras otros llamaron a despolitizar la relación y centrarse en temas de cooperación y comercio.