Vecinos denuncian abandono urbano mientras crecen baches, escasea el agua y colapsa el drenaje.
Oaxaca de Juárez, Oax.
La capital de uno de los estados con mayor riqueza cultural de México enfrenta una crisis urbana sin precedentes. Baches por doquier, fugas de agua, obras inconclusas y una alarmante escasez del vital líquido forman parte de un colapso generalizado que afecta a miles de oaxaqueños cada día. De acuerdo con una encuesta ciudadana, el 89.6% de los habitantes identifica los baches como el principal problema urbano, seguidos por deficiencias en el sistema de drenaje y el acceso irregular al agua potable.
En colonias como Reforma, el Centro Histórico o la agencia municipal de San Martín Mexicapam, circular por la ciudad es un desafío constante. Las reparaciones de calles suelen ser superficiales, y en muchos casos, las mismas vialidades deben ser intervenidas varias veces al año. “No es mantenimiento, es maquillaje urbano. Todo se rompe de nuevo a los pocos meses”, advierte la ingeniera civil María Elena Gómez, quien ha documentado la baja calidad en la ejecución de obras públicas.
El sistema hidráulico de Oaxaca también presenta signos claros de deterioro. Actualmente, solo el 33% de la demanda de agua potable es cubierta por el sistema público, lo que obliga a miles de familias a depender de pipas privadas. Esta solución, además de costosa, no garantiza la potabilidad del agua y ha generado nuevas desigualdades entre colonias abastecidas y comunidades olvidadas.
“El sistema hidráulico está al borde del colapso. No solo no hay inversión suficiente, tampoco hay planeación de largo plazo”, alerta el hidrólogo Juan Pérez, de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Además, las constantes fugas de agua y drenaje provocan inundaciones locales, filtraciones subterráneas y socavones, agravando aún más los riesgos para viviendas, peatones y vehículos.
La indignación ha encontrado eco en redes sociales. Usuarios en plataformas como X (antes Twitter) han denunciado el abandono institucional.
La cuenta @OaxacaSinBaches publicó recientemente: “¡Ya basta de parches! Las calles parecen un campo minado. ¿Dónde están los impuestos que pagamos?”. Mientras tanto, la imagen de un socavón en pleno Centro Histórico, compartida por @CiudadanoOax, se volvió viral con el mensaje: “Esto no es una calle, es un peligro público. Las autoridades solo actúan en campañas electorales”.
Estas expresiones digitales se han trasladado a las calles. Vecinos de colonias como Popular y Jardín han bloqueado avenidas en protesta por la inacción gubernamental. “La gente ya no confía en promesas, quiere resultados tangibles”, declaró Lucía Ramírez, representante vecinal.
La infraestructura deficiente afecta todas las dimensiones de la vida urbana:
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Automovilistas invierten más en reparaciones por daños ocasionados por los baches.
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Transportistas ven reducidos sus ingresos ante el deterioro de rutas y tiempos de traslado más largos.
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Comerciantes, especialmente del Centro Histórico, reportan una disminución en la afluencia de clientes debido a la dificultad de acceso.
“Estamos perdiendo competitividad turística y comercial por culpa de la desatención urbana”, señala Carlos Mendoza, urbanista y asesor independiente. “Oaxaca no solo enfrenta un problema de infraestructura, sino una falta de estrategia urbana que priorice lo esencial: calles transitables, agua potable y servicios públicos funcionales”.
Expertos coinciden en que la crisis tiene causas estructurales:
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Crecimiento urbano desordenado sin actualización del modelo territorial.
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Obras públicas de baja calidad o sin supervisión técnica.
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Falta de coordinación entre dependencias, donde se rompe una calle para instalar tuberías y nunca se repara correctamente.