
A pesar de los programas gubernamentales, el analfabetismo indígena rural supera el 55%, evidenciando un sistema educativo hispanocéntrico
En el marco del Día Internacional de la Alfabetización, la diputada morenista María Francisca Antonio Santiago resaltó la educación como base de emancipación y dignidad, destacando programas como la Nueva Escuela Mexicana (NEM) y la gratuidad en educación media superior impulsada por el gobierno estatal. Sin embargo, esta visión optimista contrasta con las profundas carencias que enfrenta el sistema educativo, especialmente en comunidades indígenas y rurales de Oaxaca.
Con más de 16 lenguas originarias en el estado, Oaxaca enfrenta un desafío doble: preservar su riqueza cultural y garantizar el acceso a la educación. Datos recientes del INEGI y el International Work Group for Indigenous Affairs (IWGIA) muestran que el analfabetismo indígena alcanza el 20.9% a nivel estatal y supera el 55% en zonas rurales, donde cuatro de cada diez indígenas carecen de acceso escolar.
La antropóloga María López denuncia que la educación en lenguas originarias es casi inexistente, y que el sistema sigue siendo hispanocéntrico, con escasos recursos para implementar el Modelo Indígena Bilingüe, fundamental para la inclusión real.
El programa federal Nueva Escuela Mexicana, que ofrece libros gratuitos y promueve el programa La Escuela es Nuestra, es presentado como un motor de inclusión. No obstante, un estudio reciente de la Universidad de Exeter advierte que su “excesiva flexibilidad” provoca confusión y que los materiales no llegan a las zonas más remotas.
En Oaxaca, donde el déficit educativo alcanza el 29.6% (ciclo 2024-2025), muchas escuelas rurales carecen de infraestructura básica. “Hablamos de transformación, pero muchas aulas ni siquiera tienen techo”, denuncia Juan Pérez, maestro rural en la Sierra Mixteca, quien destaca que estas carencias afectan directamente el aprendizaje y la permanencia escolar.
La gratuidad en inscripciones, otra bandera del gobierno local, intenta reducir la deserción, pero enfrenta críticas de la Sección 22 de la CNTE, que denuncia recortes presupuestales y precariedad laboral. A pesar de programas como “Internet para Todos”, con una inversión de 18.8 millones de pesos, la pobreza y la migración mantienen la deserción escolar en niveles altos.
El analfabetismo rural alcanza un preocupante 30%, afectando especialmente a las mujeres, que representan el 72.7% de los analfabetos. Según The Borgen Project, esta falta de educación perpetúa la pobreza y la violencia en un estado con uno de los PIB per cápita más bajos del país.
La socióloga Ana Torres sostiene que “sin atacar la desigualdad estructural, la alfabetización es solo un eslogan”, resaltando que la diversidad cultural de Oaxaca sigue siendo un orgullo retórico más que una prioridad práctica en políticas públicas.
La educación bilingüe y la mejora en infraestructura escolar son urgencias que requieren mayor presupuesto y compromiso real. Oaxaca no puede seguir estancado en cifras que evidencian abandono. Es momento de transformar la retórica en acciones concretas para que la alfabetización deje de ser un discurso y se convierta en un motor efectivo de cambio social.
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Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 2025
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International Work Group for Indigenous Affairs (IWGIA) 2025
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Universidad de Exeter, Informe Educación Rural 2025
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The Borgen Project, Análisis Pobreza y Educación 2025
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Entrevistas con especialistas y docentes locales