
>> La máxima casa de estudios toma medida preventiva ante mensajes anónimos que generaron temor en 15 planteles
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) suspendió temporalmente las actividades académicas en al menos 15 planteles debido a una serie de amenazas anónimas que se viralizaron en redes sociales, correos electrónicos y canales institucionales, provocando alarma entre estudiantes, profesores y trabajadores.
Las facultades de Derecho, Economía, Química, Arquitectura, Ciencias Políticas y Sociales, Filosofía y Letras, además de varios Centros de Estudios Científicos y Humanísticos (CCH), Escuelas Nacionales Preparatorias (ENP) y la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, se vieron afectadas, con algunas optando por continuar clases en modalidad virtual y otras suspendiendo actividades por completo.
El contexto de esta crisis de seguridad se relaciona con el asesinato de Jesús Israel, un estudiante de 16 años del CCH Sur, presuntamente cometido por un joven vinculado a la subcultura “incel”. Posteriormente, en redes sociales circularon mensajes atribuidos a simpatizantes de esta ideología, alertando sobre ataques masivos y con mensajes que instaban a los estudiantes a “despedirse de sus familias”.
Aunque la UNAM descartó la presencia de explosivos o grupos armados en sus instalaciones y presentó denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR), la tensión se mantiene y se reforzó la vigilancia en Ciudad Universitaria.
La rectora, María Elena Álvarez-Buylla, afirmó que “la seguridad de nuestra comunidad es lo primero” y que no podían esperar a que ocurriera una tragedia para actuar. Se instaló un comité de emergencia conformado por autoridades universitarias, estudiantes y expertos para fortalecer los protocolos de seguridad y evaluar nuevas medidas.
Por su parte, la Federación de Estudiantes de la UNAM (FEUNAM) respaldó la suspensión, aunque criticó la falta de transparencia sobre la naturaleza específica de las amenazas. Asesores estudiantiles exigieron la instalación de detectores de metales, mayor videovigilancia y protocolos claros de respuesta.
Sindicatos como el SUTUNAM pidieron evitar la politización de la crisis, mientras que facultades como Economía y Derecho hicieron un llamado a la unidad para garantizar un ambiente seguro.
Analistas en seguridad educativa, como Laura Gutiérrez (Colmex) y Eduardo Guerrero, señalaron que la situación en la UNAM es un reflejo de la vulnerabilidad que enfrentan los espacios educativos en México, inmerso en un contexto de violencia urbana creciente.
Aunque no es la primera vez que la UNAM enfrenta momentos de tensión, esta suspensión masiva por amenazas directas es inédita. Situaciones similares se han presentado en universidades de países como Colombia, Brasil y Estados Unidos, donde la violencia y la desinformación digital han obligado a cierres temporales.
El periodista Carlos Hernández resumió la situación con una frase contundente: “Golpear a la UNAM da rating”. La rectoría asegura que no cederá ante la intimidación, pero el desafío inmediato es localizar y sancionar a los responsables para restaurar la confianza en una de las instituciones educativas más importantes de México.
Fuente : Agencia de noticias ANSIC.MX | Afiliada al SINMCO