
Los cuatro Pueblos Mágicos celebran una década como referentes turísticos y culturales del Corazón Cultural de México.
A diez años de haber sido distinguidos como Pueblos Mágicos, Teposcolula, Mitla, Huautla de Jiménez y Mazunte consolidan su papel como destinos emblemáticos de la diversidad y grandeza de Oaxaca, una de las regiones más ricas en historia, cultura y biodiversidad de México.
Ubicado en la Ruta de la Mixteca, San Pedro y San Pablo Teposcolula destaca por su legado virreinal. El Ex Convento Dominico del siglo XVI es una joya arquitectónica construida en cantera, rodeado de calles empedradas que preservan la memoria histórica de la región. Este pueblo ofrece una ventana a la tradición colonial y a la herencia cultural de los pueblos originarios.
En la Ruta Caminos del Mezcal, San Pablo Villa de Mitla —conocido como la “Ciudad de los Muertos”— es uno de los sitios arqueológicos zapotecas más significativos. Su atractivo no se limita al pasado prehispánico: los textiles bordados a mano y el mezcal artesanal convierten cada visita en una experiencia sensorial, especialmente durante la festividad del Día de Muertos, cuando la comunidad se llena de color y simbolismo.
Enclavado en la sierra mazateca, Huautla de Jiménez forma parte de la Ruta de la Reserva de la Biósfera. Este Pueblo Mágico es célebre no solo por su riqueza natural —ríos, cuevas profundas, flora y fauna endémica—, sino también por su legado espiritual, vinculado al saber ancestral de María Sabina, la sabia mazateca que dio a conocer al mundo la medicina tradicional de los hongos sagrados.
Sobre el litoral oaxaqueño, Mazunte se distingue por su compromiso con el medio ambiente. Parte de la Ruta de la Costa Oaxaqueña, este pueblo es refugio de tortugas marinas que llegan cada año a desovar, ofreciendo un espectáculo natural que promueve el turismo sustentable. Su atmósfera relajada, playas vírgenes y proyectos ecológicos lo han convertido en un referente de conservación marina a nivel nacional.
A lo largo de estos diez años, los cuatro pueblos han fortalecido su infraestructura turística, preservado sus costumbres y reafirmado su identidad. Con tradiciones vivas, arquitectura histórica, biodiversidad, gastronomía, música y danzas ancestrales, Teposcolula, Mitla, Huautla y Mazunte son el corazón palpitante de un Oaxaca que celebra su diversidad cultural y su profundo respeto por la tierra y sus raíces.
Estos destinos no solo representan la esencia de sus comunidades, sino que también son pilares del desarrollo regional, generando oportunidades económicas sostenibles mediante el turismo cultural y ecológico.
Fuente: Gobierno del Estado de Oaxaca / Secretaría de Turismo Federal.