
La plaga se expande con rapidez y afecta a miles de productores, mientras el cierre de exportaciones golpea al sector ganadero
La ganadería en Oaxaca enfrenta en 2025 una de sus peores crisis recientes debido al resurgimiento del gusano barrenador, una plaga que afecta principalmente al ganado equino y bovino. El primer caso confirmado se registró el 6 de mayo en Matías Romero Avendaño; desde entonces, los contagios han escalado de 23 a 570, con un 20% de casos activos hasta septiembre.
Esta emergencia sanitaria ha provocado la paralización de embarques de ganado, con pérdidas económicas que superan los 40 millones de pesos. La expansión de la plaga abarca el Istmo, la Cuenca del Papaloapan y la Sierra Norte, zonas clave para la producción ganadera regional.
Ante la gravedad de la situación, el gobierno de Oaxaca y autoridades federales implementaron brigadas sanitarias, capacitaron a 65 mil ganaderos y realizaron operativos para embargar animales sin la documentación adecuada, logrando asegurar 120 ejemplares.
El 6 de septiembre se llevó a cabo una reunión informativa con productores de la Costa, donde se entregaron kits gratuitos con desparasitantes y desinfectantes, considerados esenciales para frenar la propagación del gusano barrenador.
El problema trasciende Oaxaca: México reportó más de mil 400 casos en el sur del país, con Chiapas a la cabeza, seguido por Oaxaca. Incluso se han registrado casos de infección humana. Entre noviembre de 2024 y mayo de 2025, se liberaron 885 millones de moscas estériles, una estrategia pionera y la mayor campaña de control biológico en la historia nacional, apoyada por Senasica y SADER. Esta técnica busca controlar la plaga a largo plazo, aunque aún se evalúa su efectividad en medio de la crisis.
Por otro lado, Estados Unidos suspendió temporalmente las importaciones terrestres de ganado mexicano, impactando severamente las exportaciones y la cadena productiva. Ante esta situación, México ha reorientado esfuerzos hacia el mercado interno, fomentando la engorda local, fortaleciendo rastros regionales y estableciendo trampas de detección y regionalización sanitaria.
Los productores oaxaqueños denuncian que las acciones gubernamentales han llegado tarde y con insuficiente apoyo económico. En redes sociales como TikTok y Facebook, la crisis se hace visible mediante videos y testimonios que muestran animales afectados y reclaman soluciones urgentes, acumulando millones de vistas.
Esta emergencia no solo expone un problema veterinario, sino también las debilidades estructurales del sistema agropecuario mexicano, marcado por la falta de documentación, infraestructura sanitaria deficiente y dependencia de mercados externos.
Mientras la ciencia avanza con la Técnica del Insecto Estéril y las autoridades negocian la reapertura de fronteras, los ganaderos en Oaxaca continúan su batalla diaria con los recursos disponibles: larvicidas, redes sociales y esperanza. El futuro del sector ganadero depende de un control efectivo de la plaga y de políticas que acompañen a las familias afectadas.
Froylán Méndez Ferrer, Redacción Libertad y Expresión, afiliado al Sindicato Nacional de Medios de Comunicación (SINMCO).