>> El uso de mercenarios ha aumentado en África, empeorando los conflictos, amenazando la estabilidad, socavando el estado de derecho y perpetuando la impunidad. Esos combatientes violan sistemáticamente los derechos humanos y a menudo provocan grandes desplazamientos de población.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebró este lunes un debate de alto nivel sobre la inseguridad y desestabilización que causan las actividades de los mercenarios y otros combatientes extranjeros en África, en una sesión liderada por el mandatario de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, cuyo país preside este mes el órgano de seguridad.
Los participantes en la reunión coincidieron en destacar el peligro que suponen los mercenarios para la paz y la estabilidad, así como para el desarrollo sostenible de África.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, sostuvo que esos combatientes ayudan a concretar derrocamientos de gobiernos constitucionales y amenazan la independencia y soberanía de los Estados africanos.
Ambiciosos y desleales
“Los mercenarios son desunidos, indisciplinados, ambiciosos y desleales”, afirmó el Secretario General de las Naciones Unidas, citando a Nicolás Maquiavelo.
António Guterres explicó que, si bien los mercenarios han existido siempre, en la actualidad se han convertido en una presencia constante en los campos de batalla produciendo un impacto muy claro en las sociedades que sufren conflictos.
“Algunos de ellos van de una guerra a otra, ejerciendo su comercio mortal con armas de alto poder, sin rendirle cuentas a nadie y desdeñando por completo las leyes humanitarias internacionales. Sus actividades minan el estado de derecho y perpetúan la impunidad”, dijo.
Ciclo de violencia
El líder de la ONU indicó que, además de participar en hostilidades, los mercenarios se han convertido en impulsores y cómplices de la explotación ilegal de recursos naturales, participan en el crimen transnacional organizado y alimentan el terrorismo y el extremismo violento.
En África concretamente, han tenido un papel preponderante en el Sahel, Côte d´Ivoire, la República Centroafricana y Camerún, entre otros países y subregiones.
Desafortunadamente, algunas comunidades asoladas por las operaciones de los mercenarios han contratado grupos armados para que las protejan, lo que ha exacerbado el ciclo de violencia.
Contrarrestar esta situación requiere actuar en múltiples frentes, advirtió Guterres.
“Primero, debemos apoyar a los gobiernos legales a nivel global y nacional”, subrayó.
En este renglón, recordó que apenas 35 Estados han firmado la Convención Internacional contra el Reclutamiento, Uso, Financiamiento y Entrenamiento de Mercenarios, pese a ser un documento que data de 1989. De esos 35 países, sólo tres forman parte del Consejo de Seguridad en este momento.
“Exhorto a los Estados que no son parte de la Convención a firmarla o ratificarla sin dilación”, apuntó el Secretario General.
Por otra parte, llamó a fortalecer la legislación precisando la definición legal de los mercenarios ya que la existente es “muy estrecha” y dificulta las investigaciones o procesamientos judiciales.(enlacedelacosta.com.mx)