
> Las víctimas fueron secuestradas y ejecutadas por presuntos militantes islamistas. Ningún grupo ha asumido la autoría del ataque.
Enlace de la Costa
Kasanga, República Democrática del Congo
En un acto de extrema violencia, al menos 70 personas fueron encontradas decapitadas en una iglesia protestante en Kasanga, una comunidad en el este de la República Democrática del Congo (RDC). El macabro hallazgo, que continúa conmocionando al país y al mundo, ocurre en un contexto de caos y violencia, producto de décadas de conflicto armado en la región.
Según la Agencia de Prensa Africana, las víctimas, todas cristianas, fueron atadas y decapitadas con cuchillos. Los cuerpos fueron hallados en una iglesia local después de que varios grupos armados irrumpieran en la zona. Aunque no hay un grupo que haya reivindicado el ataque, fuentes locales apuntan a las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo islamista con vínculos con el Estado Islámico, como los principales sospechosos. También se mencionan otros grupos armados locales como posibles responsables, quienes han sembrado terror en la región durante los últimos meses.
La tragedia en Kasanga
El ataque comenzó en la comunidad de Mayba, donde militantes armados secuestraron a 20 personas la semana pasada. Ante esta situación, los habitantes locales intentaron organizarse para liberar a los cautivos, pero fueron rodeados por los atacantes, quienes se llevaron a otras 50 personas. Días después, los secuestrados fueron transportados a la iglesia de Kasanga, donde fueron brutalmente asesinados.
Open Doors, una organización internacional que apoya a los cristianos perseguidos, fue la primera en informar sobre el hallazgo. Según un comunicado de la organización, las familias afectadas aún no han podido enterrar a sus seres queridos debido a la inseguridad en la zona. Muchas iglesias y escuelas en la región han cerrado sus puertas ante el aumento de la violencia.
República Democrática del Congo en conflicto
La República Democrática del Congo ha estado sumida en un conflicto armado durante más de 30 años, un periodo marcado por la violencia y la inestabilidad. En los últimos meses, el conflicto se ha intensificado, especialmente en el este del país, donde grupos rebeldes como las ADF han tomado el control de ciudades estratégicas.
La comunidad internacional ha expresado su solidaridad con las víctimas. El Secretario de Estado húngaro para la Ayuda a los Cristianos Perseguidos, Tristan Azbej, condenó el ataque en un mensaje a través de Twitter: “Horrorizado al enterarme de los 70 mártires cristianos decapitados por terroristas en una iglesia en Kasanga, República Democrática del Congo. Hungría se solidariza con los cristianos perseguidos, pero necesitamos más; el mundo necesita reconocer y actuar contra la persecución cristiana”.
La respuesta internacional
Ante la creciente violencia, el gobierno de Uganda ha desplegado recientemente tropas en el este de la RDC para apoyar a las fuerzas congoleñas en su lucha contra los grupos rebeldes. A pesar de estos esfuerzos, la situación en la región sigue siendo incierta y peligrosa, con miles de desplazados y un clima de terror que afecta a la población civil, especialmente a las comunidades cristianas.
Fuente: Agencia de Prensa Africana, Open Doors.