
> Revelaciones de exfuncionario apuntan a complicidad de la Cofepris con la administración del hospital clausurado, que sigue operando ilegalmente en la Alcaldía Cuauhtémoc en Ciudad de México.
Enlace de la Costa
Ciudad de México.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) se ve envuelta en un escándalo de corrupción relacionado con el Sanatorio Trinidad, un hospital que, pese a haber sido clausurado por incumplir con normativas sanitarias, continúa prestando servicios de salud de manera ilegal. Esta denuncia fue revelada por Jesús Torán Sierra, subdirector médico del hospital, quien confesó haber recibido un aviso previo de un funcionario de la Cofepris sobre la inspección que iba a realizarse el 17 de enero de 2025. A través de esta alerta, Torán Sierra y el resto del personal lograron evacuar a los pacientes y retirar equipos médicos antes de la llegada de los inspectores.
Clausura y corrupción: el entramado detrás de las irregularidades
El 16 de enero de 2025, el Sanatorio Trinidad fue desalojado en un movimiento aparentemente coordinado con la Cofepris, justo antes de una inspección programada para el día siguiente. Este hecho fue confirmado por Patricia Pancardo, una familiar de un paciente afectado, quien aseguró en un video que la evacuación fue provocada por la visita de la autoridad sanitaria que podía resultar en la clausura total del hospital si se encontraban pacientes en sus instalaciones.
Sin embargo, a pesar de la intervención de Cofepris, el hospital no ha cerrado sus puertas definitivamente. De acuerdo con fuentes internas y trabajadores del Sanatorio Trinidad, el hospital sigue operando de manera ilegal en otro centro hospitalario, el Hospital San Luis, en donde se subrogan servicios médicos, incluidos quirófanos y habitaciones, sin que se cumplan las normativas de seguridad. La mayoría de los pacientes evacuados fueron trasladados a este hospital sin que existieran garantías sobre el cumplimiento de los estándares médicos ni el abasto de medicamentos adecuados.
Testimonios que confirman las irregularidades
Además, testimonios de empleados del Sanatorio Trinidad, que prefirieron mantener su anonimato por temor a represalias, revelaron que un funcionario de Cofepris solo realizó una revisión superficial de los sellos de clausura, sin profundizar en el estado de la operación interna del hospital. La falta de un seguimiento real a las denuncias de prácticas ilegales, como la realización de cirugías en quirófanos clausurados, ha generado preocupación sobre la efectividad de la intervención de las autoridades.
A pesar de las graves violaciones a la ley, que incluyen la operación de quirófanos sin permisos y la falta de responsables sanitarios desde agosto de 2024, la administración del Sanatorio Trinidad sigue operando en complicidad con la Cofepris. Según se ha confirmado, la administración está trabajando en un proyecto para adecuar los quirófanos a las normativas y así remover los sellos de clausura, permitiendo que el hospital continúe funcionando como si nada hubiera ocurrido.
Riesgos para la salud y la vida de los pacientes
Los testimonios de los trabajadores también apuntan a una crisis interna en el Hospital San Luis, que ha asumido temporalmente la subrogación de los servicios. A pesar de este acuerdo, la falta de suministros médicos y el desabasto de medicamentos básicos se ha hecho evidente. Enfermeras y médicos han denunciado que, debido a la falta de recursos y la demora en la administración de medicamentos, los pacientes corren un grave riesgo de complicaciones.
Este entramado de corrupción y negligencia ha tenido un alto costo: la muerte de pacientes que fueron operados en condiciones no adecuadas. Las denuncias sobre estos fallecimientos y las pésimas condiciones de trabajo en el hospital no hacen más que subrayar la urgencia de una intervención firme por parte de las autoridades.
El silencio de Cofepris
A pesar de la gravedad de las denuncias y la evidencia presentada por los trabajadores del hospital, la Cofepris no ha ofrecido respuestas claras sobre su implicación en los hechos. El 4 de febrero de 2025, se solicitó a la dependencia una declaración oficial a través de su oficina de Comunicación Social, pero hasta el momento no se ha recibido ninguna respuesta.
Fuente: Información obtenida por medios de investigación.