* El uso de la pena de muerte alcanza su punto más alto en una década, impulsado por un incremento en Oriente Medio, según Amnistía Internacional.

Ciudad de México
Enlace de la Costa

Las ejecuciones registradas a nivel mundial en 2023 alcanzaron su cifra más alta en casi una década, según el informe anual de Amnistía Internacional sobre la pena de muerte.
Con un total de 1,153 ejecuciones documentadas, excluyendo las miles que se sospecha ocurrieron en China, hubo un aumento del 30% respecto al año anterior.

Repunte en Oriente Medio
El aumento de las ejecuciones se debe principalmente a Irán, que llevó a cabo el 74% de todas las ejecuciones registradas en 2023.
Arabia Saudí también contribuyó significativamente, con el 15% del total. En Irán, al menos 853 personas fueron ejecutadas, un 48% más que en 2022.
Muchas de estas ejecuciones estuvieron relacionadas con delitos de drogas, afectando desproporcionadamente a las comunidades marginadas y empobrecidas del país.
“Las autoridades iraníes mostraron un desprecio total por la vida humana”, declaró Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional. “Pese a los retrocesos en Oriente Medio, los países que siguen ejecutando personas están cada vez más aislados.”

Retrocesos en Estados Unidos y África Subsahariana
En Estados Unidos, las ejecuciones aumentaron de 18 en 2022 a 24 en 2023. Estados como Idaho y Tennessee presentaron proyectos de ley para realizar ejecuciones por fusilamiento, y en Carolina del Sur se promulgó una ley que oculta la identidad de los ejecutores.
El África subsahariana también vio un aumento significativo, con las ejecuciones triplicándose de 11 en 2022 a 38 en 2023. Somalia fue el único país de la región que llevó a cabo estas ejecuciones.

El Secreto de China y otros Estados
China sigue siendo el mayor ejecutor mundial, aunque los datos exactos se desconocen debido al secretismo del estado.
La información disponible indica que las ejecuciones se usan como herramienta de control social. Corea del Norte y Vietnam también ocultan sus cifras, aunque se cree que recurren ampliamente a la pena de muerte.

Avances y esperanzas
A pesar de los retrocesos, 2023 también vio avances. El número de países que llevaron a cabo ejecuciones fue el más bajo registrado por Amnistía Internacional, con 16 países documentando ejecuciones.
En Asia, Pakistán abolió la pena de muerte para delitos de drogas y Malasia eliminó la pena de muerte preceptiva.
En África subsahariana, países como Kenia, Liberia y Zimbabue tramitaron proyectos de ley para abolir la pena de muerte.
En Ghana, el parlamento votó a favor de eliminar la pena de muerte de la legislación vigente, aunque aún no se ha convertido en ley.
Agnès Callamard concluyó: “La pequeña minoría de países que insisten en este uso debe evolucionar con los tiempos y abolir este castigo de una vez por todas.
La pena de muerte será sometida de nuevo a examen en la Asamblea General de la ONU este año, y Amnistía Internacional insta a todos los gobiernos a apoyar el llamamiento para poner fin a su uso.”

Fuente: Amnistía Internacional