- Amnistía Internacional revela cómo las autoridades chinas ejercen control y vigilancia sobre estudiantes en el extranjero, generando miedo y autocensura.
Ciudad de México
Enlace de la Costa
Un nuevo informe de Amnistía Internacional expone cómo estudiantes chinos en el extranjero viven con miedo a la vigilancia y represalias del gobierno chino. Entrevistas detalladas revelan casos de intimidación, seguimiento y presión sobre familias en China, lo que lleva a un clima de autocensura y temor en las universidades internacionales.
Represión transnacional
Amnistía Internacional ha documentado cómo las autoridades chinas utilizan tácticas de control incluso más allá de sus fronteras.
A través de entrevistas en profundidad con estudiantes en Europa y América del Norte, el informe expone casos de seguimiento durante protestas locales y amenazas a familiares en China.
Vigilancia y persecución
Estudiantes relatan cómo son seguidos e incluso fotografiados durante actividades consideradas políticamente sensibles.
La presión sobre familiares en China es una realidad, con amenazas que van desde la pérdida de empleo hasta la limitación de libertades personales. Este ambiente de vigilancia perpetúa el temor y la autocensura.
Impacto en la salud mental
El informe destaca el impacto devastador en la salud mental de los estudiantes, con casos de estrés, paranoia y depresión. Muchos optan por cortar el contacto con sus familias en China para protegerlas, lo que aumenta la sensación de aislamiento y ansiedad.
Respuesta de las universidades
Amnistía Internacional señala la falta de recursos y medidas de protección por parte de las universidades anfitrionas.
Aunque algunas instituciones respondieron a la solicitud de información, la mayoría carece de recursos efectivos para abordar la represión transnacional.
Llamado a la acción
El informe insta a los gobiernos de los países de acogida y a las universidades a tomar medidas para proteger a los estudiantes chinos.
Además, hace un llamado a las autoridades chinas para poner fin a las prácticas represivas y permitir que los estudiantes se enfoquen en sus estudios sin temor.
Fuente: Amnistía Internacional.