>>Y es que es mucho más fácil recurrir al método de intentar satisfacer las ilusiones inmediatas espanta-tontos que proponer cambios estructurales profundos

Genaro Goméz
Al pueblo de Oaxaca:

La estrategia es harto conocida. Tan conocida que la gente, que ya no quiere ser vista como estúpida, responde con indignación a las promesas surgidas del cuerno de la abundancia que Avilés les promete sonriendo, alegremente.

Y es que es mucho más fácil recurrir al método de intentar satisfacer las ilusiones inmediatas espanta-tontos que proponer cambios estructurales profundos que le den a nuestro pueblo la posibilidad de generar ellos mismos las condiciones de su desarrollo, apoyados en todo momento por un gobierno cercano a ellos.

El insulto a la inteligencia que supone prometer cosas sin un fundamento económico real, deberá llevar al AAA a un impase inevitable, al mismo que lo ha llevado durante toda su carrera política de desconsideración y desprecio hacia la gente.

Ni con la Reserva Federal de los Estados Unidos estará en medida de responder a sus promesas de campaña, en donde si todo lo multiplica por tres, por tres van también en nuestro pueblo las desilusiones que provoca una estrategia tan pueril como inverosímil.

Prometer no empobrece, dice el dicho, dar es lo que aniquila. En su incansable campaña pueblo por pueblo, región por región y paraje por paraje, nuestro candidato Salomón Jara retoma de la voz de la gente los problemas más sentidos por la población en cada caso, configurando pacientemente un proyecto de gobierno acorde con las necesidades sociales.

Por eso hay que estar con Salomón. ¡Viva la Cuarta transformación!