>>Creo que ni en sus peores pesadillas podría imaginar que miembros de su propio partido se convertirían en los traidores a la Patria contra quienes dirigió su memorable discurso
Genaro Gómez
Al pueblo de México
En medio del maremágnum que causó el voto en contra de la reforma en materia eléctrica, y que dejó a la vista de todos quién está a favor o en contra del pueblo, no he podido dejar a un lado los recuerdos que me traen la figura del expresidente de México Adolfo López Mateos, a quien conocí personalmente.
Era un presidente de los de antes, comprometidos con el país y con altura de miras, no como los que le siguieron, verdaderos remedos sin fuerza ni personalidad.
Lo conocí en La Piedad de Cabadas, en la época aquella en la que yo quería ser diputado federal. De repente, me llegan sus ayudantes, me agarran del brazo, y me llevan a su oficina, que era a la sazón un autobús estacionado en el centro de la ciudad.
A mis escasos 18 años, entré al autobús con un cierto temor, por encontrarme frente a un presidente en funciones. Con el semblante templado que era el suyo y con un dejo de cariño me dijo: “Muchacho cabrón. Me han dicho que has hecho un desmadre aquí en el pueblo…” “Sí señor, le dije con voz trémula, lo único que quiero es ser diputado federal…”
Sin poder contener su risa, me dijo: “Me lleva la fregada contigo, ¡tú no puedes!, tienes 18 años y debes tener 21 para ser diputado, así es que espera tu turno.” Ahí terminó la plática.
Estuve en su casa invitado por su hija y por su compadre Ranulfo Huerta, y pasaron los años sin perder por lo tanto mis respetos hacia Don Adolfo.
Creo que ni en sus peores pesadillas podría imaginar que miembros de su propio partido se convertirían en los traidores a la Patria contra quienes dirigió su memorable discurso en el que nos advirtió que “Para que el pueblo de México sea el único dueño de la energía que se produce, hemos adquirido la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz y sus filiales. Les devuelvo la energía eléctrica que es propiedad exclusiva de la Nación. Pero no se confíen, porque algunos malos mexicanos identificados con las peores causas intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a los extranjeros.”
Decepción y coraje contra el PRI, efectivamente. Contra el PAN no hay mucho de qué hablar, siempre han estado en contra de los intereses del pueblo de México, nacieron, crecieron y continúan siendo los portavoces de las multinacionales extranjeras. El PRD ya no tiene a quién traicionar, traiciona sus principios, su historia, sus raíces y ahora a su propia gente. MC navega donde le conviene, aunque parece que ha perdido la brújula desde hace tiempo.
El día de ayer me di una vuelta por Astata, Huamelula, Barra de la Cruz y diferentes pueblos y pude constatar el odio que le tienen al PRI, odio que nunca había notado hacia ningún otro partido. Y estoy hablando de trabajadores, campesinos, jornaleros, pescadores, en fin, de todo el pueblo.
Seguiremos trabajando por la cuarta transformación. ¡sigamos adelante!