>>“La única forma de fortalecer al INAH es a través del trabajo de su personal, de manera que sus especialistas deben comprender que el pasado está en el presente”
Estudioso de la arqueología, la historia y la cultura popular de Chiapas, así como de su natal Guatemala, el investigador Carlos Navarrete Cáceres abrió el ciclo de conferencias con el cual la Secretaría de Cultura federal, a través de la representación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en ese estado, conmemora el 83 aniversario de este organismo, “cuyo devenir es paralelo al del Museo Regional de Chiapas, fundado un año después que la institución, en 1940, como un espacio no solo dedicado a la exhibición de colecciones sino a la reflexión de su pasado remoto.
“Ahora toca a los jóvenes dar continuidad a los temas que han quedado pendientes en estas ocho décadas: la única forma de fortalecer al INAH es a través de la fuerza del trabajo de su personal e investigadores. Arqueólogos, antropólogos y demás especialistas deben comprender que el pasado está en el presente, sobre todo en Chiapas y en su población indígena, es ahí donde debemos marcar nuestros puntos de vista, necesidades y soporte a una institución que es gloriosa por todo lo que ha contenido en el tiempo”, sostuvo el arqueólogo.
En su intervención, la directora del Centro INAH Chiapas, Olivia Lara Jiménez, se congratuló porque la realización de esta actividad académica también marca la reapertura del Museo Regional de Chiapas, cuya Sala de Historia puede ser visitada a partir de esta semana.
En los dos días del ciclo de conferencias, transmitido por el perfil de Facebook del Centro INAH Chiapas, como parte de la campaña “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura federal, 15 expertos, en su mayoría de la propia institución, dan a conocer la actualización del atlas arqueológico de la entidad y del propio inventario del recinto, así como los avances en la investigación de los sitios de Chiapa de Corzo e Iglesia Vieja, entre otros temas.
Carlos Navarrete Cáceres recordó que el primer Museo Regional de Chiapas estuvo instalado en la casona de principios del siglo XX que hoy ocupa el Museo del Café, en Tuxtla Gutiérrez, y fue fundado el 30 de noviembre de 1940, siendo su primer director el investigador Bernardo Reyes.
“En la recolección de piezas que conformó el acervo original, colaboraron el propio Reyes, el profesor Alberto Culebro, autor de Chiapas prehistórico (1929), y don Marcos E. Becerra. Existe una fotografía de este último supervisando el traslado de dos esculturas zoomorfas de gran volumen, provenientes de La Valdivia, municipio de Cintalapa.
“El crecimiento del museo condujo a ampliar el espacio. Los trabajos terminaron en 1942 y fueron inaugurados durante la Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología, un encuentro que causó revuelo al discutir de forma académica y profunda el origen y desarrollo de las culturas maya y olmeca”, expuso el especialista del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En ese tiempo —continuó—, se dio la oficialización del Museo Regional de Chiapas con el INAH, creado por decreto presidencial el 3 de febrero de 1939, cuya placa de remodelación del recinto fue develada por el director del instituto, el célebre arqueólogo Alfonso Caso. El vínculo se afianzó con el compromiso del museo de fortalecer y promover los estudios antropológicos en la entidad, en coordinación con el instituto.
El Museo Regional de Chiapas brindó facilidades para que especialistas realizaran estudios en diferentes regiones, entre ellas la de los chiapanecas, lo cual permitió elaborar un vocabulario con la información obtenida de una anciana de Suchiapa, la última hablante del idioma chiapaneco. Más tarde, el abogado e historiador Salvador Toscano recorrería la región colonial y brindó la oportunidad de conocer las bellezas arquitectónicas de esa época, a través de su investigación Chiapas, su arte y su historia coloniales.
“Así va sucediéndose el interés en los centros científicos, logrando una serie de conferencias en el museo, dictadas por conocedores como José Coffin y Enrique Berlin, sobre la cuenca del Mezcalapa y las exploraciones arqueológicas en Palenque. Es interesante que, entre 1941 y 1944, se enlistan 87 actividades, ponencias, apoyos a investigadores, convenios de colaboración oficial o amistosa con instituciones nacionales y extranjeras, restauración de monumentos y excavaciones, la primera de ellas hecha por Enrique Berlin en el sitio El Sumidero, cercano al cañón, elaborando una secuencia cerámica. Se puede decir que Berlin es el Gamio de la arqueología chiapaneca”.
En su ponencia Encuentro personal con la arqueología de Chiapas, Navarrete Cáceres recordó cómo, recién egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, encontró en la colección de textiles prehispánicos del Museo Regional de Chiapas, los lazos que atan el pasado con el presente, ese hilo del que ya le había hablado su maestro Frans Blom, de quien aprendió que “para ser feliz y gozar la arqueología no había que abandonar la infantería de campo. Me hizo ver que para entender el pasado había que enfrentar el presente y seguirlo hacia atrás. Y algo que me marcó: a Chiapas se le aprende a amar caminándolo y leyéndolo”, finalizó.