
>>El colapso de una estructura durante el festival deja dos muertos, pero la falta de información y la continuidad del evento generan desconcierto y crítica.
Enlace de la Costa
Ciudad de México, 7 de abril de 2025. – El primer día del festival AXE Ceremonia, celebrado el sábado en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México, terminó en tragedia cuando dos jóvenes fotógrafos, Berenice Giles Rivera y Miguel Ángel Rojas Hernández, fueron aplastados por una estructura que se desplomó cerca de uno de los escenarios. A pesar de la gravedad del incidente, la falta de información clara y la continuidad del evento provocaron un clima de desconcierto y frustración entre los asistentes y los medios de comunicación.
El accidente ocurrió alrededor de las 17:00 horas, cuando una cubierta sostenida por un montacargas cayó sobre las víctimas tras una ráfaga de viento fuerte, en el área cercana al escenario AXE, el más grande del evento. En ese momento, Meme del Real, exintegrante de Café Tacvba, estaba actuando en la tarima, mientras que el público disfrutaba de los conciertos.
Aunque los rumores comenzaron a circular rápidamente entre los asistentes, las autoridades y el personal de seguridad del evento parecían estar desinformados. “No hemos recibido ningún reporte”, dijo uno de los trabajadores de Ocesa, la promotora del evento, mientras que otros aseguraban no saber nada del accidente debido a la falta de comunicación interna. A pesar de los intentos de los asistentes por averiguar más detalles, la falta de señal celular dificultó el flujo de información.
Pese al accidente, la música siguió sonando y los conciertos en los otros tres escenarios continuaron. Los asistentes, algunos de los cuales recibieron mensajes de preocupación de sus familiares, no sabían con certeza lo que había sucedido, pero optaron por continuar disfrutando del festival, pensando que si hubiera sido algo grave, habrían recibido una alerta oficial.
El caos se hizo más evidente cuando las autoridades confirmaron la muerte de los dos jóvenes hacia la medianoche. Sin embargo, el evento siguió adelante. La alcaldía de Miguel Hidalgo, responsable de la seguridad en la zona, publicó un comunicado a las 23:00 horas indicando que se habían suspendido las actividades, pero el festival no cesó hasta bien entrada la madrugada, alrededor de las 1:30 AM.
Según fuentes de la alcaldía, la suspensión fue ejecutada con dificultad debido al gran número de personas en el lugar —aproximadamente 25,000 asistentes— y a las complicaciones logísticas para desalojar el área. “La tardanza se debió a la dificultad de desalojar un lugar con tantísimas personas”, comentó un portavoz. La promotoría del festival, por su parte, se limitó a publicar un breve comunicado al día siguiente en el que confirmaron la cancelación del segundo día de actividades, previsto para el domingo.
El accidente dejó una sombra de incertidumbre sobre el evento y sus organizadores, generando críticas por la falta de respuesta inmediata, la desinformación y la aparente falta de preocupación por la seguridad del público. La alcaldía de Miguel Hidalgo asegura que a partir de las 19:00 horas comenzaron las tareas de verificación en el lugar, pero los testimonios de los asistentes y del personal de seguridad indican una notable falta de coordinación y comunicación.
A lo largo de la jornada, los asistentes que se enteraron de lo sucedido se vieron obligados a continuar con su participación en el festival sin recibir información oficial sobre lo que había ocurrido, ni detalles sobre la seguridad en el recinto.
Este trágico incidente pone en evidencia la importancia de una gestión de eventos más transparente y eficaz, donde la seguridad de los asistentes y la comunicación oportuna sean prioritarias para evitar situaciones de confusión y pánico.
Fuente: EL PAÍS