
El pasado 25 de noviembre se llevó a cabo una protesta más por parte de cientos, miles de mujeres que salieron a las calles en la Ciudad de México, manifestándose por la cantidad de feminicidios en este país, por la carencia de oportunidades, por lo que es ser mujer en un país como México.
Luis Gallegos
En las redes sociales las críticas no se hicieron esperar, descalificando la protesta, cómo si estando tranquilas y calladas, las mujeres lograran mejorar su seguridad y sus oportunidades. En este México mágico, en donde la protesta en los últimos años ha sido más que criminalizada, cualquier manifestación parece ser negativa e ilegítima.
Uno de los grandes cuestionamientos que han surgido estos días es ¿Por qué protestan las mujeres?, bueno quizás sea porque de enero a septiembre de 2019 2,833 mujeres en México han sido asesinadas de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Estos números sin lugar a duda parecen ser inaceptables en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres conmemorado el pasado 25 de noviembre, otra de las organizaciones que ha dado seguimiento al tema, es el Observatorio Nacional del Feminicidio quien señala que solo el 25.6% de estos casos son investigados como feminicidios y el resto es investigado como homicidio doloso.
En el país se pueden localizar diferentes entidades que pueden catalogarse como focos rojos por el número de feminicidios, entre las que se encuentran Veracruz (140 casos); Estado de México (81 casos); Nuevo León (53 casos); Puebla (45 casos), y Ciudad de México (40 casos). Estados en el que ser mujer parece haberse convertido en un riesgo natural, ante la omisión de las autoridades.
En México también pueden encontrarse las principales ciudades en las que se han reportado mayor número de feminicidios y homicidios, entre las que se encuentran Monterrey, Culiacán, Ciudad Juárez, Xalapa y Guadalajara.
Un análisis serio de las cifras, parece mostrar por qué las mujeres están molestas, quizás indignadas, en un país que parece poco o nada respetar sus vidas y en el que han tenido que salir a las calles para visibilizar un problema que parece evidente y urgente atender.
Un problema en donde no solo las autoridades son responsables de este ambiente de violencia que se ha generado para las mujeres, sino también quizás la propia sociedad que se ha visto incapaz de generar ambientes seguros y desterrar prácticas como el machismo tan presentes en este país.