La semana pasada en el municipio de Juchitán en el Istmo de Tehuantepec, tuvo lugar una marcha o protesta feminista, como parte del movimiento que se ha venido presentando este año no solo en México sino en el mundo. La protesta en Juchitán se vio acompañada de un nivel muy bajo de tolerancia, las burlas y el sonido de los cláxons de los automovilistas no se hicieron esperar.

Luis Gallegos

Las reacciones también se encontraron en las redes, en donde si bien se podían encontrar mensajes de apoyo, existía una gran mayoría orientada a burlarse del movimiento y de la protesta. Una agresión directa hacía las mujeres que participaban en la marcha, mayoritariamente por parte de hombres, que seguramente no han logrado entender el movimiento, y en general de un sector de la población que criminaliza la protesta.

Las mujeres en México y en el mundo no protestan por “moda” como muchas personas acusan, protestan porque este año ya van casi 3 mil mujeres asesinadas en México. Protestan porque siguen ocurriendo casos como el de María Elena una mujer mixteca que es atacada con ácido en su rostro, deformándolo, y simplemente no hay consecuencias, protestan por un verdadero problema de misoginia en el país y que muchos no ven o simplemente son indiferentes.

Es importante que la sociedad entienda que no puede criminalizar y condenar cualquier acto de protesta, todas las personas tienen este derecho, es entendible que cuando esta afecta ciertos derechos de terceros, se desgasta y hace pensar que simplemente se pierde el tiempo. No es así la protesta es un instrumento que ayuda a visualizar un problema.

Se ha vuelto “normal” que ciertos sectores de la sociedad, señalen a otros por protestar, cuando los intereses de estos sectores no se ven afectados, sin embargo los problemas son cambiantes, feminicidios, violaciones laborales, discriminación son problemas multitemáticos y que afectan a gran parte de la sociedad, que no debe criminalizar una protesta, por el simple hecho de que esta no lo beneficie.

El movimiento feminista, se ha venido gestando desde la década de los 50s, con personajes como Rosa Park en Estados Unidos o Carrillo Puerto en México, movimiento que no existiría, si existiera una verdadera igualdad entre hombres y mujeres. Movimiento que no existiría si las mujeres no hubieran sido y sean un sector agraviado dentro de la sociedad.

Es importante el buscar entender las protestas, el tener la capacidad de diferenciar que protesta es legítima y cual no lo es, que aunque no lo sea, están en su derecho de hacerla. No se puede criminalizar la protesta, no es un tema ligero, es un tema de personas, más aun de derechos de personas, que merece una reflexión y no hacer lecturas simplistas.(enlacedelacosta.com.mx)